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Tengo un montón de cosas NO interesantes para contar...


La primera proviene de una compra ,sin previa elaboración mental, de mi madre, la cual hizo que todos parezcamos salidos del burlesque a cualquier hora del día. Resulta que compró un jabón de tocador (sí, de esos que te tocan todo el cuerpo) que gracias a su maravilloso empaque, olvidó leer para que servía...  "LUX TONO LUMINOSO, para un brillo que cautiva", lo empezamos a usar, lo miramos, repleto de brillantina, nos cagamos de risa por haber comprado un jabón con glitter. Pero más gracioso fue, cuando empezamos a ver que en nuestras caras, piernas, brazos, empezaban a aparecer rastros de esta "brillantina luminosa" y no se salvó nadie, hasta a mi padre le aparecieron destellos de luminosidad en la cara.
Pensé que habíamos sido los únicos pobres salames que terminamos salidos de un baile con tanta (notese que tanta es casi nada, pero al lado de nunca tener nada, es un montón) brillantina en la cara, pero hoy en la fila del supermercadito Asiático preferido, vi a una señora padeciente del mismo síntoma de brillantina luminosa en la cara y me reí también de ella. Comprate un jabón con brillito y reíte de toda tu familia hasta que se te acabe el pack de 3... nos queda uno todavía.

La segunda cosa interesante es, la novedad (para mi obviamente, que llegue re tarde) del sitio web y lugar físico llamado thebox.la (no lo vamos a linkear para no realizar publicidad (?)). Cuestión, que este lugar, que se encuentra en pleno centro porteño, plantea la posibilidad de adquirir todas las semanas productos (nuevos lanzamientos, comunes, etc) GRATIS (que obviamente no lo son) a cambio de responder cuestionarios sobre los productos que se llevan.
El lugar parece un supermercado, con góndolas y productos everywhere, los cuales podes pasar a retirar, el problema es que sí te cobran, no los productos directamente, pero sí una membresía "para ser aceptado dentro del club". Está bien, nada es gratis en la vida, el problema es que, aquellos días en los que las empresas te dejaban sus productos de manera gratuita para probarlos y luego te encuestaban para ver qué opinabas de ellos, quedaron atrás y ahora por eso, te cobran.
Porque sí, no es tan simple como ir y llevarte 3 productos a la semana, cada vez que compras algo tenes que responder una encuesta online sobre ese producto (que realmente no se como es), que obviamente va a parar a la empresa que genera ese producto. Y si no respondiste alguna de las encuestas, no podes seguir retirando productos. Es el plan perfecto para:
a) Publicitar nuevos productos, generando ingresos para una compañía que te los vende de manera encubierta.
b) Tener un feedback de cada usuario que se llevó el producto, sin complicarse demasiado.
Si bien la membresía no es demasiado costosa, algo así como $350 anuales (considerando que te dejan retirar 3 productos cada semana, podemos sacar la cuenta rápida de que por semana se paga algo así como $7.30, es decir $2.40 por cada producto), no me termina de convencer esta idea de que te controlen todo lo que llevas y debas si o sí dar tu opinión de cada producto en particular. Terminas trabajando para las empresas que promocionan sus productos :P

La tercera y última cosa irrelevante, es que me enamoré de un policía que suele andar por Av.Santa Fe y  Coronel Díaz. Bueh, enamorar es una forma de decir, claro está... pero mi mente es más poderosa que todo y no puedo evitar pensar qué será de su vida, su familia, cómo llegó a ser policía, qué hace ahí, qué días trabaja... Creí encontrar el patrón exacto, pero hace semanas que no lo cruzo. Terrible, se me desvaneció la fantasía de seguir mirándolo a los ojos. Me lo cambiaron por otro, parece, no trabaja más en esa esquina... seguiré buscando. Señor de los ojos bonitos, vuelva.