Love the way you lie
Te quiero - te odio, se decían constantemente.
Ella, cansada de tener que soportar el mismo cuento una y otra vez, proveniente de distintos labios, decidió volverse mala y desaparecer por un tiempo.
Mala, sí, mala. De esas que igual, sin saber si es por masoquismo o insuficiencia mental, los hombres adoran.
El sarcasmo era su nuevo lenguaje, no obtendrían nunca un sí verídico, no demostraría ningún sentimiento por alguno de ellos, estaba cansada de ser manipulada y tomada como si fuera una copia de cualquier otra mujer en el mundo.
Saturada de las mentiras y promesas que le permitían ver el mundo en una alta definición cromática, optó por volver a los colores primarios y conseguir por si misma toda la paleta restante.
Así fue como agotada de pensar entre cuatro paredes, comenzó a caminar por todos aquellos lugares los cuales había recorrido con esos múltiples labios tan traicioneros. Reía por lo bajo y se tapaba, al cruzarse con alguna muchacha que deslumbrada miraba al caballero que la acompañaba. Seguramente en poco tiempo iba a estar en su misma situación.
Ya un poco fatigada del paseo decidió descansar en una plaza. Se tiró sobre su espalda a contemplar las nubes, logro llegar a un estado de tranquilidad que la inquietaba, pero era tan placentero que le parecía estúpido abandonarlo. Por una vez en su vida hacía lo que quería, disfrutaba de un momento solo para ella.
Y todo pareció aclararse, las cosas encajaban en su lugar. Un poco de calma le había dejado ver que quería ser diferente a los demás, no le gustaba la forma en que todos se manejaban, decidió que si tenía que volver a enfrentarse a algún nuevo labio, lo haría a su manera.
Ella, cansada de tener que soportar el mismo cuento una y otra vez, proveniente de distintos labios, decidió volverse mala y desaparecer por un tiempo.
Mala, sí, mala. De esas que igual, sin saber si es por masoquismo o insuficiencia mental, los hombres adoran.
El sarcasmo era su nuevo lenguaje, no obtendrían nunca un sí verídico, no demostraría ningún sentimiento por alguno de ellos, estaba cansada de ser manipulada y tomada como si fuera una copia de cualquier otra mujer en el mundo.
Saturada de las mentiras y promesas que le permitían ver el mundo en una alta definición cromática, optó por volver a los colores primarios y conseguir por si misma toda la paleta restante.
Así fue como agotada de pensar entre cuatro paredes, comenzó a caminar por todos aquellos lugares los cuales había recorrido con esos múltiples labios tan traicioneros. Reía por lo bajo y se tapaba, al cruzarse con alguna muchacha que deslumbrada miraba al caballero que la acompañaba. Seguramente en poco tiempo iba a estar en su misma situación.
Ya un poco fatigada del paseo decidió descansar en una plaza. Se tiró sobre su espalda a contemplar las nubes, logro llegar a un estado de tranquilidad que la inquietaba, pero era tan placentero que le parecía estúpido abandonarlo. Por una vez en su vida hacía lo que quería, disfrutaba de un momento solo para ella.
Y todo pareció aclararse, las cosas encajaban en su lugar. Un poco de calma le había dejado ver que quería ser diferente a los demás, no le gustaba la forma en que todos se manejaban, decidió que si tenía que volver a enfrentarse a algún nuevo labio, lo haría a su manera.